lunes, 6 de octubre de 2014

La Maquinita

Recordaba el deseo de tenerla. La espera. El esfuerzo de Ella por conseguirla en aquellos tiempos donde la carencia material, que no afectiva, era cuasi una constante. Recordaba el dia que sabía que iba a tenerla. La larga espera hasta la tarde, la llegada de esta, los nervios, el ritual del paseo hasta El Centro, la entrada en la tienda, la elección... El volver a casa deseando abrirla para jugar, el mirarla a Ella agradecido, admirando su grandeza no por el objeto material en si, que también, sino por su esfuerzo, por la gestión de sus escasos recursos. Después llegaron tardes y tardes de juego, años y años con lo mismo... Recordaba esa mañana de agosto en vacaciones que dio la vuelta al marcador, el momento de llegar a 999999 y pensar que iba a pasar algo especial... Y el marcador empezó desde cero... Y continuar jugando sin mayor problema en su mundo que el de pensar en volver hacer 999999 puntos... Comparaba con el ahora, con el componente efímero que tienen cuasi todas las cosas, con la escasa valoración de lo que se posee a dia de hoy. Valoraba mucho más los juegos de antaño, desconectados por completo de ELLOS, sin ningún tipo de estadística ni seguimiento. Y es que, actualmente, vendemos a ELLOS, sin pudor ninguno, todo nuestro ser por un simple juego "gratuito" carente de todo esfuerzo, dedicación, continuidad y sentimiento. 

P.D. Tras recorrer mas de 5 tiendas buscando la pila LR43 y creyéndola ya extinta... ¡Por fin la he encontrado para ponerla en funcionamiento de nuevo! 
¡Ellos no han conseguido dejarla en off!

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